viernes, 20 de mayo de 2011

Cien lenguajes.

Son ellos los que marcan el ritmo de nuestro andar.




 http://www.youtube.com/watch?v=BFNi0TcVKTY

Aunque a veces cueste, sé que el camino tiene una meta que vale la pena.

El cien si existe.


M.

jueves, 5 de mayo de 2011

Anorexia.

Una 40. Una 38. Una 36. Una 34. Tenía que adelgazar más, aún estaba gorda. Se miró al espejo odiándose y despreciándose como cada día. ¿Por qué las demás eran hermosas y ella estaba condenada a la gordura? Se sentía débil y sin fuerzas, pero ella sabía por qué. Por el sobrepeso. Tenía que adelgazar más. Ninguna ropa le quedaba bien, su cabello se caían, sin fuerza...
Encima, su madre llorando todo el día encima suyo. ¿Pero qué le pasaba? ¿Acaso deseaba una niña gorda? ¿No quería alardear de una hija delgada y triunfadora?
Qué estaba enferma, decían. Ellos no tienen ni idea. Lo que pasa es que no deseaban su felicidad. Para ella la vida empezaba ahora, sólo un esfuerzo más; sólo necesitaba entrar en aquella talla 32. Entonces, sólo entonces, todos la querrían.

No importa si se es guapo, delgado, feo. Si se tienen muchas o pocas cosas.
Lo que realmente importa es ser buena persona... Algún día, el mundo se dará cuenta de ésto.

B.

lunes, 2 de mayo de 2011

Soño.

Camiño por esta senda, xa marcada por ti, na escuridade mitigada por catro ou cinco farolas. Síntome libre, anónima, singular... simplemente porque o silencio é o meu único compañeiro. Estou soa, si, pero mellor ca nunca. Os meus pés marcan o ritmo, non eu, acompasados cos latidos do meu corazón... Os meus ollos ábrense, como buscando un tesouro escondido, un misterio remoto, un segredo. Non escoito nada, e, sen embargo, iso non me produce medo... non sinto pánico ó non escoitar máis que a nada (se é que existe a nada)... Saboreo este momento, intento gardalo para min, a paz non se consigue moitas veces neste caos constante... Os meus dedos debuxan garabatos mal feitos ao longo das farolas... son suaves, frías... predecibles; pero sen embargo recréome nesta actividade, coma se se me fora o alento niso. Séntome. Unha brisa de aire, fría, aloumiña o meu pelo mentres as primeiras raiolas do sol fan o imposible por aparecer. Sorrío, son feliz. Apoio os meus pés no chan, primeiro o dereito, logo o esquerdo, fago un pequeno esforzo por levantarme. Volvo sorrir. Alónxome despacio...




...aquí comeza o primeiro destes dous días ós que chaman vida.


M.