miércoles, 30 de marzo de 2011

Lembranzas... (Ruta Quetzal BBVA 2008)

...Desexo o que non suceda o inesperado, pero a barreira do pensamento psicótico sobrepasa límites propostos pola química dos sentimentos. Intento relaxarme, porque quizais tan só sexa iso, unha relación ilusoria que o meu creativo cerebro imaxina...

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 29/06/2008
Ya es 29 de junio y parece que la Ruta todavía ha comenzado ayer; pero los días pasan y el tiempo transcurre aparentemente lento. Haciendo un balance primario de estas jornadas que ya llevamos, parece que pasan por el colador del tiempo a la velocidad de la luz.
En este día de hoy, el cielo está teñido de un azul intenso. Semeja contento y feliz. Las temidas e incesantes lluvias no asoman su cara entre las blancas nubes y el sol radiante que marca nuestros pasos… la verdad… casi me atrevo a decir por qué la jornada está tan jubilosa.

Hoy, Ruta Quetzal BBVA, junto con Radio Nacional de España confluyen en un punto álgido que es la entrega de juguetes de la campaña “Un juguete, una ilusión” tal como se comenta en la crónica anterior.

Cuando el acto de entrega hubo terminado, los expedicionarios organizamos un partido de baloncesto conjunto con los niños del lugar, mientras que el resto pudo observar cómo las niñas cuidaban afanosamente sus lindas muñecas y los niños realizaban carreras con sus camiones. ¡Cuánta alegría junta!

Al acabar, los jóvenes de Ruta Quetzal nos dirigimos a comer.

En el transcurso de la pequeña caminata que iba desde el colegio al campamento, pude conocer el testimonio de Yaris, una niña de catorce años que nos relató cómo transcurría su vida diaria. Era desolador el oír las duras palabras que salían de su boca, aún así, la sonrisa no se desdibujaba de su cara. Para mí eso me resulta paradójico, antitético; y de algún modo, admiro a todas esas personas porque nunca están tristes, al menos, aparentemente, y siempre pueden regalarte una sonrisa.

Al terminar el almuerzo, nos propusieron dos alternativas: poder ver la final de la Eurocopa, en la que se disputaba el título entre España y Alemania, o tomar un refrescante baño en la playa. La expedición se distribuyó equitativamente entre ambas opciones. Por mi parte, escogí el baño marino en una playa caribeña de ensueño. La verdad es que cuando el sol acecha incesante en el cielo y el aire fluye transformándose en un calor irrespirable, el agua refrescante es uno de los regalos más preciados para un rutero o rutera.

Al final, un baño en un río cercano sirvió para eliminar todas las sales que se habían depositado en nuestro cuerpo y para tomar unas cuantas fotografías, ya que en el cielo se podía divisar unos rayuelos de luz que semejaban un amago de puesta de sol. Todo tenía aspecto de paisaje de postal. Se podría decir que eran unas vistas preciosas, no fácil de describir con palabras.
Ya en el ocaso del día, cuando la noche comenzó a extender su manto negro, se efectuó el primer ensayo del coro, en el que miles de voces de chicos y chicas entonaban sus melodiosas notas al compás de las olas del mar que podíamos oír perfectamente.

Lo recuerdo bien: “siyahamba cucanieni cuencos…” Esta fue la primera canción que entonaron las voces que componen el Coro de la Ruta de este año. Se trata de una canción zulú que ya es todo un clásico en el ámbito rutero y con la cual pudimos recibir las felicitaciones de Javier Lázaro, el profesor que dirige las actividades musicales de la Ruta. Su rostro de felicidad no era comparable a casi nada en aquel momento.

Al final del día tomamos la cena por cortesía de Niko’s en la playa, al lado de una gran hoguera, que semejaba furiosa. Sus grandes llamas casi querían quemar las estrellas y, en ese momento, una morriña interior me recorrió por completo, porque ese hecho hizo que, de algún modo, aflorase en mi cabeza recuerdos de mi tierra, Galicia, de la cual son muy representativas.

Cuando ese momento hubo pasado, las “labaradas e faiscas” que es como se denominan las llamas en mi lengua madre, hicieron que todo recuperara su calidez para afrontar de nuevo con ilusión las vivencias de la Ruta.

Por último, nos dirigimos a nuestras hamacas para disfrutar de un “sueño verdaderamente reparador”.

Nota final. Me gustaría hacer una pequeña reflexión para decir que, en mi opinión, debemos disfrutar cada segundo, tal como nos ha advertido ya Jesús Luna. Estas experiencias, posiblemente, no tendremos oportunidad de vivirlas de nuevo. Cada emoción, cada palabra, cada momento debemos sentirlo y saber apreciarlo, con el fin de que quede siempre patente en los lugares más recónditos de nuestra memoria. Ya lo decían los escritores renacentistas: ¡Carpe diem! Efectivamente la Ruta es disfrutar el momento y empaparse de cultura. En conclusión: comparte, ríe, vive la Ruta.

RUTA QUETZAL BBVA 2008. La selva del río de los cocodrilos. Panamá - Río Chagres. 

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Porque o esquecemento nunca arrebatará do subconsciente aquel estío que cambiou a miña vida para sempre...
L.

1 comentario:

  1. ola ola !! anuncio un nacemento. mala sentella te coma agarda por vos,, espérovos.

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